La centenaria historia del Real
Madrid amontona innumerables días históricos,
momentos mágicos, célebres, imborrables en la
retina y memoria de todos los madridistas. Allá
donde estén. Allá donde vayan. Son recuerdos que
siempre permanecerán con ellos. Hay ejemplos
para escribir uno, dos y hasta tres libros de
historia. Desde su primera Copa de Europa, que
inauguró una época dorada en el Club, coronada
con la consecución de la Sexta Copa de Europa
con una formación repleta de españoles, y
canteranos en su mayoría, sin olvidarse de ese
encuentro celebrado en Glasgow ante en Eintracht
Frankfurt, con los cuatro tantos de Puskas y los
tres de Di Stéfano, y que forma parte de la
selección de los mejores partidos de la
historia. Luego, en tiempos más modernos, se
recuerdan los éxitos de una generación de
canteranos con Butragueño como referente. Las
conquistas domésticas o sus remontadas europeas
siempre están presentes entre los madridistas.
Más recientes son las evocaciones a la época de
los galácticos, culminada con el preciso y
espectacular tanto de Zidane en Glasgow.
Precisamente esa acción sirvió de
antesala, como sucedió con Kaká, para vivir uno
de esos días, que sin haber un balón como
protagonista, siempre perdurarán en la memoria
de los madridistas. La puesta de largo de
Cristiano Ronaldo. El portugués fue capaz de
congregar desde dos horas antes (algunos
esperaron desde el mediodía) a 85.000
aficionados en el Santiago Bernabéu. Lo nunca
visto. Ni con Maradona en su llegada a Nápoles,
ni más cercano en el tiempo con Kaká. El luso
desató la locura, todas las pasiones encerradas
de los madridistas. “Esta pasión es el símbolo
de esta afición; vosotros sois esenciales para
que seamos admirados y respetados. Sois una
imparable fuerza de ilusiones y sueños”, empezó
su discurso Florentino Pérez, tras haber
disfrutado de otro baño de masas. Le gusta, se
sabe y no tiene problema en ocultarlo. Su paseo
hasta el escenario fue digna de acceder a los
libros de historia política.
"He
cumplido el sueño de mi infancia" El
presidente, tras ganarse al respetable, presentó
a dos ilustres, Di Stéfano y Eusebio, más
conocido como ‘La Pantera Negra’. Tras las
ovaciones de respeto, Florentino Pérez prosiguió
con su elocución, centrándose más en la figura
de Cristiano Ronaldo. “Ante dos de los mejores
jugadores de todos los tiempos, hoy, esta noche,
Cristiano Ronaldo recoge el testigo. Y pocos son
los elegidos. Pero él es capaz de generar la
mayor de las ilusiones y sueños. Por eso, ¡damos
la bienvenida a Cristiano Ronaldo!” Y el
Santiago Bernabéu rompió en aplausos, semejantes
a la celebración de cualquier tanto de esas
noches europeas que tanto gustan entre los
socios. El portugués, que lucía el número ‘9’ en
su camiseta, al contrario que Kaká, se mostró en
su salsa. No estaba abrumado. Disfrutaba con
cada movimiento e hizo soñar a su nueva afición
asegurando que “hoy he cumplido el sueño de mi
infancia. Yo quería jugar en el Real Madrid y
por eso os pido que juntos gritemos ¡Hala
Madrid!”. Y todo se desbordó. Los flashes, los
toques con el balón, los obsequios a los
invitados hasta que todo acabó en un desmadre
generalizado con la invasión de campo. Y
Cristiano Ronaldo desapareció de forma súbita,
como cuando rompe la cintura a un adversario en
banda derecha.
"Voy a ayudar a ganar la
Champions" Ya más calmado y vestido con un
traje de color ‘tabaco’, Cristiano Ronaldo
ofreció su primera comparecencia ante los medios
como futbolista del Real Madrid. “Ha sido una
sensación muy bonita. Me ha encantado, no
esperaba que el estadio estuviera lleno. Era un
sueño para mí. Entrar en el estadio y verlo
lleno fue impresionante”, reconoció sin
olvidarse de sus testigos de honor: “Ha sido un
placer conocer a Di Stéfano porque es un gran
mito de este club. Es como cuando conocí a Bobby
Charlton en Manchester. Saludar a Eusebio,
también”, fueron sus primeras impresiones tras
su memorable presentación.
Después de
reconocer que se “siente algo especial cuando
uno se viste con esta camiseta”, Cristiano
Ronaldo profundizó en los temas más deportivos.
Fue claro, respetuoso y ambicioso. “ Voy a
intentar ayudar al equipo a ganar la Champions.
Tenemos un gran entrenador, grandes jugadores,
hay que ir paso a paso. Yo creo que tenemos
grandes posibilidades”; ”Yo prefiero jugar por
la banda, pero no me importa jugar de
delantero”; “Yo voy a intentar demostrar que
merece la pena el dinero que pagaron por mí. La
presión que tengo es mayor que la que tenía en
el Manchester, pero yo tengo mucha confianza.
Voy a dar lo mejor”; "Pellegrini va a intentar
hacer lo mejor y yo también. Así que a ver si
podemos ganar títulos juntos”; "Sé que es un
vestuario de gente muy abierto y sé que no voy a
tener problemas con ellos. Nunca he tenido
problemas con nadie y no los voy a tener ahora";
y el típico mensaje al Barcelona: "Pienso que el
Real Madrid es más especial que el Barcelona. A
los niños les diría que persigan sus sueños. El
Barcelona está muy bien, pero hay que confiar en
que vamos a ser mejores". Y con una sonrisa de
oreja a oreja, Cristiano Ronaldo cerró su
primera jornada como madridista, un día que se
resumen en el mensaje que contenía una de las
numerosas pancartas de los aficionados:
“Cristiano Ronaldo, crack; Florentino, queremos
más”. ¡Qué no pare la fiesta!
Autor / Fuente: Rafael Merino
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